Algunos aportan kilos y kilos de papel, otros llevan alguna pila de cartón que se acumuló por ahí, otros aportan arte.
En cada edición de La Maratón del Papel, en el Hospital Infantil Córdoba se viven momentos de mucha carga emocional. Mientras el conteo oficial superaba ampliamente los 70 mil kilos de papel, recorrimos una de las grandes propuestas culturales que ofrece el gran evento.
El taller de arte a cargo de Las Hormigas Niños Artistas se enconntraba recibiendo en su carpa a niños y niñas que aprovechan la jornada de maratón para pintar. Hablamos con Marcela Stay, encargada del taller. Ella se mostró de entrada muy dispuesta y muy contenta «de estar acá, utilizando el poder transmformador del arte para apoyar esta acción tan noble, ecologista y solidaria».
«Hay muchos que tienen un interés natural por el arte y eso lo notamos cuando los chicos se encuentran con los materiales. Para otros es una posibilidad de sacar cosas que no se pueden decir con la palabras» cuenta.
Los niños gritan con el pincel emociones que no caben en las palabras: el sol, las alegrías pero también el enojo y la tristeza
Es la frase con la cual Marcela concluyó la nota, mientras abrazaba a Camila (en foto, a la izquierda), que llegó al taller a sus 5 años y nunca más se alejó.
Escuelas, jardines, niños, adolescentes, profes, seños, madres, padres, todos sonriendo. La Maratón del Papel tiene eso que se genera cuando toda la comunidad trabaja por ayudar al otro. La exposición de las pinturas hechas por los niños en la carpa de Las Hormigas denota parte de esa energía.